1.5 Importancia de la conservación del ecosistema

Es importante cuidar los ecosistemas porque son fundamentales para la vida. Mantener un equilibrio natural en estos es primordial para que la naturaleza siga su curso, sin ser perjudicada por la contaminación u otras formas de intervención humana.

Un ecosistema comprende todos los elementos que conviven en un espacio natural y su relación con el entorno. Los hay de todo tipo y extensión; todos son importantes y están interconectados.

La intervención de los seres humanos ha hecho que desaparezcan numerosos ecosistemas, con los efectos negativos consiguientes, como por ejemplo la extinción de especies.
Razones para cuidar los ecosistemas

1- Evitar el cambio climático

Uno de los problemas más acuciantes con los que se puede enfrentar el ser humano en los próximos años es el cambio climático.

La actividad industrial es una de las razones por las que este cambio se está produciendo, dado que ha emitido enormes cantidades de gases contaminantes.

Si no se efectúan acciones concretas para evitar el cambio climático, puede aumentar el nivel del mar, lo que implica la desaparición de pequeñas islas y de zonas costeras.

Además, el aumento de la temperatura hará que la desertización avance, dificultando la vida en numerosas zonas.

2- Favorecer las actividades económicas
Aunque en muchas ocasiones el daño en los ecosistemas se ha generado por intentar conseguir mayores beneficios económicos, no hay duda de que a largo plazo su destrucción puede dañar la economía mundial.

Por ejemplo, existen países con tradición pesquera que están viendo cómo se están agotando los caladeros en donde solían pescar, ya sea por la explotación excesiva o por la contaminación.

Igualmente, la deforestación generada para propiciar el cultivo de ciertos productos acaba perjudicando la calidad de la tierra, que finalmente pierde producción.

El avance de la desertización debida al cambio climático también afecta a los cultivos y a la ganadería.

3- Evitar conflictos sociales por bienes escasos
Todo lo apuntado anteriormente repercute en el ser humano. Los expertos afirman que las próximas guerras pueden producirse por un bien que comienza a escasear en algunas zonas: el agua.

La desaparición de acuíferos, ya sea por el calentamiento global, la explotación desmedida o la contaminación, está haciendo que el agua empiece a escasear en algunos países.

Esto provocará grandes migraciones, con los consiguientes conflictos sociales que se pueden producir. También afecta a las áreas de cultivo, lo que puede provocar grandes hambrunas.

4- Mejorar la salud de las personas
El empeoramiento de la salud de las personas es algo real si no se corrigen algunos comportamientos que dañan el medio ambiente y sus ecosistemas.

La contaminación ambiental de las grandes ciudades ha provocado un aumento en la incidencia de enfermedades respiratorias. Las alergias también han aumentado en los últimos años y se prevé que siga así.

La contaminación de los suelos cultivables generada por metales pesados también puede afectar negativamente a la salud.
5- Generar un ambiente favorable para próximas generaciones

La conservación de especies animales y vegetales debería ser una obligación no solo económica, sino también moral.

Dejar el planeta lo mejor posible para las próximas generaciones debe ser visto como un compromiso.