4.4 Prevención de enfermedades respiratorias

En el camino hacia una vida saludable, la prevención de enfermedades respiratorias juega un papel crucial. Respirar correctamente es esencial para nuestro bienestar general.

Las bajas temperaturas, cambios climáticos bruscos y la contaminación ambiental son factores que contribuyen a la aparición de enfermedades comunes del invierno: gripe, resfriado, tos, otitis (infecciones en el oído), bronquitis y laringitis; así, como otras enfermedades respiratorias crónicas que pueden llegar a causar la muerte: neumonía, asma y problemas respiratorios crónicos como neumonía.

El mayor de los riesgos de estas enfermedades no son padecerlas sino la fácil propagación de ellas entre la población.
Por ello, la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía Cabeza y Cuello (FESORMEX), hace un llamado a todo el país a no esperar a tener algún síntoma que indique el inicio de una enfermedad respiratoria.

10 tips de prevención
1. Tomar abundantes líquidos de manera continua; sin considerar como líquidos las bebidas industriales (jugos, refrescos, etc.)

2. Protegerse del frío, abrigándose bien. No quitarse el abrigo si siente calor corporal. Cuidar el uso de la calefacción.

3. No exponerse al frío (mañana y noche) con el cabello mojado.

4. Llevar una alimentación balanceada, apoyada por complementos vitamínicos (C, D, Zinc, Omega3, Omega6) y minerales, que ayudan a crear defensas en el organismo.

5. Comer alimentos que contengan vitamina C: naranja, toronja, limones, zanahoria, papaya, y guayaba. Este tipo de alimentos tiene efecto sobre la mucosa respiratoria permitiendo mejor acción local de anticuerpos.

6. No realizar ningún tipo de ejercicio físico al aire libre en horas tempranas de la mañana y al caer la noche.

7. Dormir un promedio de 8 horas diarias.

8. Tomar minutos de descanso durante las horas de trabajo.

9. Lavarse las manos con jabón y agua caliente con regularidad tanto niños y adultos; principalmente, cuando se haya tenido contacto con alguna persona enferma.

10. Los síntomas del resfriado suelen durar de 1 a 2 semanas. Si después de este plazo sus síntomas no mejoran, puede ser debido a una alergia, complicación del resfriado o por alguna otra razón. La mejor opción es acudir al médico.

Después de la Pandemia que hemos vivido las medidas se han intensificado y reforzado en particular debemos tener cuidado con enfermedades como resfriados comunes o influenza y desde luego el COVID-19

1. Resfriado común: Es una infección viral que afecta principalmente la nariz y la garganta. Los síntomas incluyen congestión nasal, estornudos, dolor de garganta y tos leve.

2. Gripe (influenza): Es una infección viral que afecta las vías respiratorias. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga, congestión nasal y tos.

3. Bronquitis: Es la inflamación de los bronquios, que son los tubos que llevan el aire a los pulmones. Los síntomas incluyen tos persistente, producción de esputo y dificultad para respirar.

4. Asma: Es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias y causa inflamación y estrechamiento de los bronquios. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, sibilancias, opresión en el pecho y tos.

5. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): Es una enfermedad pulmonar crónica que causa dificultad para respirar. Los síntomas incluyen tos crónica, producción de esputo, falta de aliento y fatiga.

6. Neumonía: Es una infección en uno o ambos pulmones, generalmente causada por bacterias, virus u hongos. Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, tos con flema, dificultad para respirar y dolor en el pecho.

En el caso del Covid es especialemente importante tomar memdidas de prevención diarias:

1.- Laváte las manos frecuentemente: Ayuda a protegerse contra los gérmenes. El uso de alcohol gel es una alternativa al lavado con agua y jabón en caso que éste último no sea posible.

2.- Evitá el contacto directo con personas enfermas: Mantené la distancia con otras personas para evitar que ellos también se enfermen.

3.- Guardá reposo: El reposo domiciliario es lo indicado si estás enfermo. Esto ayudará a evitar contagiar a otros.

4.- Cubríte la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar: Esto evitará que los gérmenes expulsados puedan afectar a otras personas.

5.- Evitá tocarte los ojos, la boca, la nariz: Los gérmenes pueden diseminarse cuando una persona toca algo que está contaminado con ellos y luego se toca los ojos, la nariz o la boca.

6.- Mantené hábitos saludables: Mantener un buen estado de higiene bucal y personal, dormir bien, mantenerse activo físicamente, en lo posible controlar el estrés, beber mucho líquido (agua, jugos naturales, en lo posible cítricos) y comer alimentos nutritivos son hábitos que mejoran el estado de salud. Evitá, además, cambios bruscos de temperatura y corregí factores ambientales como la contaminación del aire interior (por ejemplo, no fumando al interior de la casa).

7. Evitá el intercambio de saliva: Utilizá utensilios personales para evitar el intercambio de saliva a través de vasos, bombillas de tereré, chupetes, mamaderas, juguetes u otros que se lleven a la boca.

8.- Desinfección de sitios comunes: Es importante prestar atención a la desinfección frecuente con hipoclorito de sodio (Lavandina) de superficies de “alto nivel de contacto”, como picaportes y equipos comunes: auriculares de teléfono, mouse de computadoras.

9.- Vacunáte: Si formas parte del grupo de riesgo, es necesario que te vacunes. La vacuna contra la influenza hace que el sistema inmune desarrolle anticuerpos aproximadamente dos semanas después de la vacunación. Controlá el carnet de vacunación de tu hijo para verificar que se encuentre con los esquemas completos.

10- Consultá: Si presentás síntomas como fiebre, dolor de cabeza intenso, dificultad para respirar, consultá inmediatamente al servicio de salud más cercano a tu casa y no te automediques.