Según La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), a pesar de que el territorio mexicano abarca únicamente el 1% de la superficie terrestre, México cuenta con más del 10% de las especies registradas en el planeta.
México cuenta con una gran variedad de especies endémicas; esto es, especies autóctonas que hacen vida en un ecosistema específico del territorio mexicano. Entre ellas se encuentran: la palma de Guadalupe, el pino de Jalisco, la víbora de cascabel pigmea y la tortuga del desierto.
Características de la megabiodiversidad de México
Los registros geológicos y biológicos del territorio mexicano propician ciertas condiciones naturales que, a su vez, forjaron la variedad de ecosistemas y especies endémicas de la región.
Entre los principales ecosistemas apreciables en México se encuentran: selvas tropicales, bosques templados, cuevas, grutas, matorrales, pastizales, ciénagas, manantiales, lagos, arroyos, ríos subterráneos, costas rocosas, manglares, playas y dunas, mar abierto, fondos marinos y arrecifes coralinos.
Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático – INECC (2007), el estado mexicano más biodiverso es el estado de Oaxaca. Le siguen Chiapas, Veracruz, Guerrero y Michoacán.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la biodiversidad Mexicana?
Los factores que más amenazan la supervivencia de las especies animales y vegetales en México son:
Deterioro de los hábitats naturales: la intervención de la mano del hombre es uno de los factores de riesgo más importantes.
El hombre transforma constantemente ecosistemas vírgenes en zonas de explotación agropecuaria, industrial, urbana o turística, lo que se convierte en la principal causa de pérdida de biodiversidad.
Los registros geológicos y biológicos del territorio mexicano propician ciertas condiciones naturales que, a su vez, forjaron la variedad de ecosistemas y especies endémicas de la región.
Entre los principales ecosistemas apreciables en México se encuentran: selvas tropicales, bosques templados, cuevas, grutas, matorrales, pastizales, ciénagas, manantiales, lagos, arroyos, ríos subterráneos, costas rocosas, manglares, playas y dunas, mar abierto, fondos marinos y arrecifes coralinos.
Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático – INECC (2007), el estado mexicano más biodiverso es el estado de Oaxaca. Le siguen Chiapas, Veracruz, Guerrero y Michoacán.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la biodiversidad Mexicana?
Los factores que más amenazan la supervivencia de las especies animales y vegetales en México son:
Deterioro de los hábitats naturales: la intervención de la mano del hombre es uno de los factores de riesgo más importantes.
El hombre transforma constantemente ecosistemas vírgenes en zonas de explotación agropecuaria, industrial, urbana o turística, lo que se convierte en la principal causa de pérdida de biodiversidad.
El desequilibrio de los ecosistemas: La introducción de especies exóticas en ecosistemas ajenos fomenta el desequilibrio ambiental.
Las especies exóticas que son violentadas, extraídas de su hábitat natural, e incluidas en un ecosistema diferente, suelen convertirse en plagas del nuevo ecosistema, alterando el equilibrio ambiental de la zona en la cual han sido introducidas.
Las especies exóticas que son violentadas, extraídas de su hábitat natural, e incluidas en un ecosistema diferente, suelen convertirse en plagas del nuevo ecosistema, alterando el equilibrio ambiental de la zona en la cual han sido introducidas.
Sobre-explotación de los ecosistemas: Si la extracción de animales de un ecosistema supera la tasa de reproducción de dicha especie, la población neta del lugar disminuye, fomentando la extinción de las especies por sobre-explotación.
Una de las principales causas de sobre-explotación de las especies es la cacería indiscriminada.
Turismo insostenible: Algunos ecosistemas marinos como arrecifes coralinos, manglares o humedales suelen ser modificados o destruidos para el desarrollo de actividades turísticas.
Contaminación ambiental: El uso de fertilizantes o insecticidas industriales, así como de aerosoles que contaminan la capa de ozono, fomentan la contaminación del agua, aire y suelo.
La contaminación, a su vez, incide en la presencia de cambios climáticos, como el aumento de la temperatura debido al efecto invernadero, por ejemplo.
Este tipo de modificaciones en el ecosistema perjudican considerablemente las condiciones de vida de las especies.